Cuando escuchamos la palabra “tsunami”, muchas personas imaginan una ola gigante rompiendo como en una película. Pero la realidad puede ser mucho más peligrosa y engañosa.
Un tsunami no siempre llega como una ola de varios metros de altura. A veces, su aspecto visible mide apenas un metro… pero detrás se desplaza una enorme masa de agua con una velocidad y energía capaces de generar gran destrucción.
No es la altura lo que lo hace devastador, sino su volumen, su impulso y la fuerza con la que avanza. Puede arrastrar casas, autos y todo a su paso, incluso si solo parece un leve aumento del nivel del mar.
👉 Por eso, nunca subestimes un tsunami solo porque “no se ve tan grande”. Si hay una alerta, aléjate del mar de inmediato.