¿Qué es el populismo? 5 características para entenderlo

El populismo es una palabra que escuchamos cada vez más en discursos políticos, medios y redes sociales. Pero, ¿qué significa realmente? ¿Es algo bueno o malo? La respuesta no es tan simple. El populismo no es una ideología fija, sino una forma de hacer política. Y para entenderlo mejor, aquí te comparto cinco características clave que suelen estar presentes en los movimientos populistas:
1. Una sociedad dividida: el pueblo vs. la élite

Los populistas suelen presentar la realidad en blanco y negro: un pueblo bueno y honesto que lucha contra una élite corrupta y alejada. Esta narrativa simplifica los conflictos sociales y políticos, pero conecta con muchas personas que se sienten ignoradas o traicionadas por quienes están en el poder.
2. Un líder fuerte que “sí los escucha”

El populismo necesita una figura central con carisma, alguien que se presente como la voz auténtica del pueblo. Este líder promete romper con lo establecido, actuar «sin pelos en la lengua» y hacer lo que otros no se atreven. Muchas veces, su autoridad se basa más en la conexión emocional con la gente que en propuestas concretas.
3. Desconfianza hacia las instituciones.

Los partidos tradicionales, los medios, los jueces, incluso la propia democracia representativa pueden ser vistos como obstáculos para el cambio. El populismo tiende a desprestigiar estas instituciones, acusándolas de estar al servicio de la élite y no del pueblo.
4. Soluciones simples a problemas complejos

Frente a crisis económicas, inseguridad o desigualdad, el populismo ofrece respuestas rápidas y fáciles: «eliminar la corrupción», «sacar a los malos», «poner orden», «devolver el poder al pueblo». Aunque estas frases suenan bien, muchas veces ignoran la complejidad de los problemas que enfrentamos como sociedad.
5. Un fuerte componente identitario

El discurso populista suele apelar al orgullo nacional, la identidad cultural o la pertenencia a un grupo. Esto ayuda a generar un sentido de unidad, pero también puede derivar en exclusión o confrontación con quienes piensan diferente o no encajan en esa identidad colectiva.